Su principal atractivo es su paradisiaca costa, siendo la playa principal Ponta da Areia. Esta posee una amplia franja de arena (de varias cuadras de anchura) fina y blanquecina y aguas calmas y transparentes. En épocas veraniegas el viento crece considerablemente, siendo un lugar perfecto para la práctica de windsurf. Tiene kioscos de comida rápida en sus inmediaciones y un restaurante de excelente calidad (llamado El Mariner), cuya especialidad es el cangrejo.
Como gran parte de los municipios turísticos, Itaparica promueve el eco-turismo, con numerosas leyes y políticas ambientales que establecen el cuidado de la naturaleza. Para aquellos que les guste contemplar una flora y fauna exótica y autóctona, el Pantanal Baiano es un lugar a conocer.
Un lugar para comprar souvenirs y artesanías es el Mercado Modelo, centro de artesanos, donde los numerosos puestos venden desde recuerdos hasta prendas de ropa, comida o joyería.
Cuenta con algunos monumentos históricos que, al igual que la naturaleza que rodea el ambiente, se preserva mediante fuertes normas proteccionistas. Los sitios emblemáticos del pasado son el fuerte San Laurenco, la Fonta da Bica (enorme edificio que hoy en día se encarga de la purificación del agua) y la Iglesia de Itaparica, construida en el siglo XVI.
Los lugares a conocer son variados y entretenidos, las actividades, siempre con una fuerte política eco-friendly, parecen no acabarse en esta pequeña isla paradisiaca, ubicada en uno de los estados más lindos de Brasil.