Si las iglesias y catedrales son el reflejo cultural y arquitectónico de las ciudades, sin duda que la Catedral Metropolitana es el reflejo de la propia majestuosidad de Buenos Aires, sobre todo de su zona central. Su primera construcción data del año 1580 pero las inclemencias climáticas, como las tormentas y fuertes vientos provenientes del Río de La Plata, incendios, debilidad de los materiales originales como el adobe y la paja, destruyeron varias veces las primeras edificaciones y desde ese año hasta ahora, la Catedral debió ser reconstruida seis veces.
La construcción de la Catedral Metropolitana que hoy conocemos comenzó en el año 1753 y presenta distintos estilos arquitectónicos, reuniendo el talento de reconocidos arquitectos, diseñadores y artistas argentinos y europeos. Su exterior es similar a un templo griego (poco común en las iglesias) y sus doce columnas representan a los doce apóstoles. Su interior es de estilo colonial y realmente impresionante. En sus cinco naves se destacan el piso de venecitas (que son mosaicos diminutos) traídos de Inglaterra, la cúpula está cubierta de frescos renacentistas, el altar mayor es de estilo barroco igual que el púlpito y fueron tallados en madera.
En 1942, la Catedral Buenos Aires fue declarada Monumento Histórico Nacional y es considerada una de las más importantes obras arquitectónicas de la época de la Colonia en todo el continente.
Cuando visités nuestra hermosa Catedral, también podrás ser testigo de otros aspectos de la historia argentina y es que la Catedral Metropolitana alberga desde 1880 en la nave lateral derecha, el Mausoleo del General San Martín, el Libertador, cuyos restos fueron repatriados de Francia para cumplir sus deseos de descansar en su amada patria.
El Mausoleo fue obra del escultor francés Carrier Belleuse que introduce otro estilo arquitectónico a este recinto. Seguro te encantará ver el solemne cambio de guardia de los “granaderos” (que fue el regimiento más cercano al General San Martín) y que diariamente van de la Casa Rosada al Mausoleo para continuar la tradición de más de un siglo.
Y como te contamos al principio, la Catedral Metropolitana, sede del Arzobispado de Buenos Aires, recibió al Padre Jorge Bergoglio entre 1998 a 2013, hasta que fue elegido como el Papa Francisco. Si querés conocer más del Papa, en la Catedral verás un pequeño Museo que se ha creado para mostrar algunos de sus efectos personales, publicaciones y elementos litúrgicos que le pertenecieron durante sus 15 años de paso por la Catedral. El horario de visita a la Catedral es de lunes a viernes desde las 8:00 a las 19:00 horas y los sábados y domingos de las 9:00 a 19:30 horas.
Y como la Catedral Metropolitana está justo al frente de la Plaza de Mayo, cuando vayas también podés recorrer los atractivos históricos, gastronómicos y culturales que la rodean. Definitivamente, este es otro de los diez imperdibles de Buenos Aires.