Obelisco viene del latin “Obeliscum”, y según el diccionario de la Real Academia Española, se refiere a un "pilar muy alto, de cuatro caras iguales y terminado por una punta piramidal muy achatada, que sirve de adorno en lugares públicos" y se alza como un monumento religioso o conmemorativo.
En el caso del Obelisco de Buenos Aires, fué construido para celebrar el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad. Diseñado por Alberto Prebish, uno de los máximos exponentes del modernismo argentino. (el mismo autor del Teatro Gran Rex, los Cines Gran Rex de Rosario y el Atlas de Lavalle).
Fue a pedido del intendente Mariano de Vedia y Mitre que se resolvió la creación de un monumento que le hiciera honor a dicho acontecimiento (el cuarto centenario de la fundación de la ciudad). En el decreto que firmó el intendente hacía mención a una obra “...que señale al pueblo de la República la verdadera importancia de aquella efeméride. Que no existe en la ciudad ningún monumento que simbolice el homenaje de la Capital de la Nación entera".
Los trabajos se iniciaron el 20 de marzo del año 1936, construyeron un Obelisco de 67,5 metros de altura, con una escalera dentro de 206 escalones más siete descansos para llegar hasta el mirador. Se inauguró el 23 de mayo de 1936 a las 15:00. Si, se construyó en tan solo dos meses, cumpliendo el pedido del intendente quien quería que estuviera listo antes del 25 de mayo.
Así nació nuestro Obelisco y con el paso de los años, se fue convirtiendo en el emblema de la ciudad.
Pero la historia no termina ahí, aunque hoy en día es considerado un icono de la ciudad, en un momento estuvo a punto de ser demolido.
Los críticos del Obelisco, se basaban en que el proyecto no fue discutido en el Concejo deliberadamente, el 21 de junio de 1938 tuvieron la oportunidad de volver en tema ya que se le desprendieron trozos de mampostería ́y en junio del año 1939, los ediles porteños votaron a favor de la ordenanza 10.251 por su demolición obteniendo 23 votos a favor y uno en contra, argumentaron razones económicas, estéticas y de seguridad, ya que en su mayoría no querían invertir más fondos. Es importante resaltar que en ese momento la avenida 9 de Julio no se mostraba ni un poco a lo que es hoy, ya que recién estaba comenzando a trazarse, entonces el Obelisco solo estaba encerrado entre edificios.
Debido a todos estos acontecimientos, el mismo presidente, Roberto Marcelino Ortiz se pronunció a favor de conservar el Obelisco, ya que era importante recordar el motivo tan importante por el cual fue construido como fue la primera fundación de Buenos Aires.
Por estos motivos, el Ministerio de Obras públicas se encargaría de costear todas las reparaciones. Se quitaron las lozas y se reemplazaron por mampostería, el único inconveniente fue que en el apuro, eliminaron la leyenda que indicaba que Prebish había sido el arquitecto.
Ahora, ¿Por qué se llama Obelisco? la respuesta del arquitecto fue: “Porque había que llamarlo de alguna manera”.
En el acto de inauguración, el intendente se refirió al Obelisco como “La materialización del alma de Buenos Aires”.
Quizá no se equivocó tanto.